domingo, 17 de agosto de 2008

LA LIBERTAD DE SARUNAS BARTAS


Luego del visionado de La Libertad pienso: ¿De que esta hecho el cine de Sharunas Bartas? Y la respuesta que encuentro es, de imágenes.
Una obviedad ya que hablamos de un director de cine, pero en su caso esto se convierte en una revelación y en la esencia de sus films. Y que ocurre con las imágenes entonces en su cine? Se las contempla. Más obviedades. Toda imagen esta hecha para ser contemplada. Pero esto no siempre ocurre. El acto contemplativo de imágenes en Sharunas Bartas alcanza otra dimensión que no alcanza en cualquier creador. Invita a ver de verdad, a ver más.
Arena, pieles secas, para qué lado sopla el viento. Ver huellas… de personas… del tiempo. Gran cineasta del tiempo. En Bartas al tiempo lo observamos, y nos percatamos que el viento, es en realidad tiempo.
Y sobretodo ver miradas. Fijas, hacia la nada, pero fijas. Potentes. Es un cine de acción interior, sostenido solo a partir del peso de la mirada humana que carga de tensión a lo mirado. La de una niña puede provocar un sentido de desolación inmenso. Cuando un ser muere, sus ojos dicen lo mismo que cuando estaba vivo.
Contemplar el entorno natural. Plano General: Naturaleza. Primer plano: Hombre. Pasando de un plano a otro indistintamente se dialoga sobre la relación/tensión entre el hombre y su medio. Los paisajes tienen cualidades humanas; intensos, emocionales, vehementes. Los humanos cualidades propias del paisaje; áridos, secos, estáticos. Los rostros son piedras. A las ropas, los cabellos, los mueve el viento, a las personas no. Las erosiona, como a las rocas. La condición del ser humano en un ambiente natural hostil, como la brisa, como el ruido constante de las olas. Tan hostil como el sol, sin nada que lo detenga, alcanzándolo todo y creando a su paso… sombras. Pero la violencia es del hombre, no de la naturaleza, la naturaleza es implacable, no violenta.
Pensará el lector, que entonces el cine de Sharunas Bartas es como el arte perdido de los cineastas mudos. Si, pero también es limitada la respuesta, porque Bartas obliga a escuchar mejor. Por más que los personajes en su cine prácticamente no produzcan discurso alguno, Si no dicen es porque el mar dice por ellos. Las pocas palabras son piedras arrojadas al viento, que las desparrama por ahí, como a la arena. Así, hablan los silencios, y cuánto! Hay sonidos espeluznantes, como el aletear de las moscas antes de posarse sobre un rostro.
Así, una caricia entre tanto laconismo puede provocar lágrimas. Alivio… respiro… dos cuerpos al fin, se tocan lentamente. ¿Significara que en ese momento, el cine de Sharunas Bartas al fin cree en algo? ¿Vislumbra acaso, esperanza en la humanidad? ¿Nombrándolo? ¿Cree en Dios? ¿En religión alguna? ¿En la piedad? No, todo esto es ilusión, solo presagio de un dolor mayor que vendrá.
Implorar, es el único gesto humano factible antes de morir.
¿Ver? Si, VER.

TEXTO PUBLICADO EN EL DOSSIER DEL CICLO DEDICADO AL CINEASTA LITUANO SARUNAS BARTAS QUE ORGANIZO EL CINELCUB "LA QUIMERA"

1 comentario:

Sol dijo...

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