viernes, 8 de junio de 2007

LOS ESPIGADORES Y LA ESPIGADORA




Hace dias que no puedo sacarme de la cabeza un par de documentales que vi el fin de semana. Cortesía de la Ceci del Cineclub Municipal Hugo del Carril, que me facilito un maravilloso dvd de Agnes Varda con “Les glaneurs et les glaneuses” (traducido al castellano seria mas o menos Los espigadores y la espigadora) y “2 años después”, dos de sus trabajos documentales mas recientes. Y son una absoluta maravilla.
Odio cuando le ponen como frase promocional a algunas películas “te iluminara el alma”, la detesto, creo que no existe frase mas ridícula, cursi, choma, fifí, trillada, vacía… pero, sin embargo, es la frase que me viene a la cabeza todo el tiempo con este film y no la puedo evitar, porque…. Realmente ilumina el alma! Y que quiere decir eso?!?! Bueno, no sé, pero lo hace… Verla y comprobarlo.
Los espigadores y la espigadora debe ser tranquilamente uno de los mejores documentales del siglo (suena exagerada la frase pero vamos solo 7 años del siglo, JA).
Agnes Varda es la abuelita del cine francés, madre de la nouvelle vague, fue pareja de Jacques Demy y es una cineasta increíble. Debe haber nacido con una ojo-camara-cine incorporado porque toma que filma, toma que posee una fuerza y una “verdad” mayor que cualquier toma de la mayoría de los cineastas actuales.
Y pareciera que Agnes Varda en el film se acaba de comprar una camarita digital (de hecho hasta nos muestra su manual de uso) y como nene con juguete nuevo sale con su camarita pequeña (ya esta entrada en años y no esta para andar cargando grandes equipos ni grandes producciones sobre sus espaldas) a recorrer la Francia, la carretera, y a filmar lo que vaya encontrando en su camino con una sola línea-obsesión argumental; filmar a la gente que recoge cosas, a los que se agachan para levantar algo, ya sea recogedores de basura, de desechos, de comida, de objetos, de lo que fuere. Basándose en la idea de los espigadores que se agachaba para recoger el maíz del suelo en las cosecha campestres de tiempos anteriores. Toda persona que se agache para recoger algo a Agnes Varda le encanta, y la filma! Y ella se termina transformando en una recogedora también, en una espigadora, pero de imágenes (Vean la fotito de ella con su camarita). Por más que su piel y su cuero le dice que también es una recogedora de años (porque filma sus arrugas de una forma absolutamente conmovedora). Y lo hace con un sentido lúdico envidiable. Este es uno de los films más juveniles en el mejor y mas fresco sentido de la palabra que he visto en los últimos tiempos. Juega, filma, se divierte, conoce, pregunta, se interesa, se fascina por los personajes que va encontrando, y todo con ese ímpetu jovial que traslada a sus imágenes (observen la foto de un momento muy divertido del film en donde ella desde su auto pretende atrapar a los camiones que pasan a su lado), que por ello, no signifique que en mas de un momento se vuelva critica al sistema y abogue en cuestionamientos sociales de exclusión y diferencias (el film tiene una logica anticapitalista y militante, no desde las barricadas sino desde un sentido común de equidad).
Así termina resultando el documental de una persona increíblemente libre y por ende increíblemente verdadero y encantador.

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