sábado, 13 de octubre de 2007
BUCAREST 12:08
Al fin se estreno en Córdoba en DVD, el film rumano Bucarest 12:08. Lo vi en cine meses atrás y me pareció increíble. Ya perfilaba como uno de los mejores films del año. Ahora que el 2007 llega a su fin, constatamos que efectivamente Bucarest 12:08 es uno de las mayores alegrías cinematográficas que nos deparo este año que se nos esta yendo. En su momento escribí este comentario que anexo mas abajo sobre el film, en la revista del Cineclub Municipal:
Recientemente, La noche del Sr. Lazarescu nos dejaba una manifiesta incomodidad en el estomago, mientras seguíamos las miserias de un hombre deambulando por los hospitales públicos de Rumania: el lejano país de Europa del este, con el atraso sufrido durante la era comunista, parecía estar acá nomás, a la vuelta de la esquina!.
Nueva incursión a los cines para ver la segunda película rumana estrenada en la temporada, Bucarest 12:08. Constatación de la inquietud: Rumania queda muy cerca! Es más, si se agarra la circunvalación seguro se llega! Corten cualquier escena del film y aplíquenla de fondo sobre cualquier momento de nuestra criolla cotidianeidad y verán que encaja perfectamente. Y uno que buscaba descubrir una cinematografía exótica!
En el film, al “viejo” Piscoci le encanta tirar petardos en la entrada de su edificio, cuando le dicen que esta grande para andar con esos juegos, le hecha la culpa a los chicos que corren ante el estampido: “Ellos fueron! Ellos fueron!”. Alegoría política?
Manescu, el profe borrachín de historia, sabe que si aparece en la tele contando que estuvo en la plaza antes de las 12:08 (momento en que cae la dictadura de Ceaucescu) se convertiría en el verdadero revolucionario del barrio obteniendo así una especie de redención. O al menos eso piensa él.
El periodista Jderescu cree que citando a Heraclito y Platón, su programa se tiñe de trascendencia y seriedad, disimulando su amarillismo, xenofobia e intolerancia. “¿Cómo puedo distinguir a Platón de Sócrates si los dos tienen barba?”. Le pregunta su mujer
Gran parte del film transcurre dentro de un pequeño estudio de televisión. Filmado solo a través de la subjetividad de la cámara televisiva manipulada por un joven camarógrafo que la mueve todo el tiempo porque dice, así se filma de forma moderna, sin encontrar jamás el foco, un encuadre correcto, y ni digamos, remotamente bello. Menos aún si el único decorado del programa es una espantosa foto de fondo con la bendita plaza donde supuestamente se generó la revolución. Que a fin de cuentas: ¿No sé si hubo o no? Pero si sé, de seguro, que las últimas muestras del cine rumano están revolucionando el anquilosado panorama del cine europeo.
Con elementos visuales tan aparentemente horribles. ¿Se puede lograr una obra maestra del cine político moderno? Sí, Bucarest 12:08 lo es. Y mejor aún, es increíblemente divertida. El novel director Corneliu Porumboiu sabe que si hay lugar para revoluciones hoy en día, que mejor que hacerla con una sonrisa de oreja a oreja. Y así, ¡Abracadabra! hasta el patético trío protagónico resulta embriagadoramente encantador.
Alejandro Cozza
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